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LA ARTROSIS Y EL YOGA

La artrosis es una enfermedad caracterizada por lesiones degenerativas de los tejidos que forman el mecanismo de deslizamiento en las superficies articulares entre los huesos, suelen ser un cartílago o una masa de tejido conjuntivo.

Síntomas: El primero es dolor que se agrava después de la inactividad. Después disminuye la movilidad. Aparecen contracturas en flexión y crujidos. El aumento del tamaño aparece por reacciones prolíferas del cartílago, huesos, ligamentos y tendones. La inflamación de las sinoviales suele ser el final de la Artrosis. Los ligamentos se van volviendo laxos y aparece cojera.

Dónde aparece. Aparece en las articulaciones que aguantan más peso, rodillas, caderas, vértebras… pero puede aparecer en manos como nódulos localizados.

Cómo se produce. La artrosis tiene dos fases. La primera existe una superhidratación que distiende las fibras colágenas y aumenta la secreción de proteínas y otros. esta fase es reversible y va acompañada de una acción reparadora. La segunda se añade la fibrilación del cartílago con formación de valles y hendiduras que hasta muestran el hueso. En ellas las proteínas se necrosan y se consolidan los cambios. El hueso se vuelve frágil y sufre microfisuras. Esta afección puede invadir el cartílago vecino q puede estar sano.

¿PUEDE EL YOGA MEJORAR LA ARTROSIS?

La artrosis tiene una parte mecánica que desencadena otra química más avanzada. En la parte mecánica inicial es donde podemos actuar.

Sabemos que las articulaciones más afectadas son aquellas que aguantan más peso de la persona. Para evitar el desgaste y una presión excesiva tendremos que ejercitar las zonas sin dejar que la articulación trabaje tanto y sabiendo como descansarla.

Consiste en reforzar la musculatura para que parte de este peso la aguanten unos músculos fuertes, capaces de sostener la persona y mantener estirada y erguida, el mayor tiempo posible. Cuando viene el descanso la articulación que reposa debe tener el poder de recuperar espacio, separando la articulación y regenerarse al máximo.

Las técnicas de relajación y respiración para ayudar a localizar el dolor, relajando las zonas que duelen y aprendiendo a tomar conciencia de ellas para relajarlas.

Las técnicas de interiorización ayudaran para poder liberarnos de las trabas a través de la meditación.

Las asanas para ayudarnos a localizar el dolor y adquirir las herramientas necesarias para transformarlo.

Se prescindirá en ciclos de dolor fuerte fiebre o inflamación.

Beneficios:

Aumentará la elasticidad de los tejidos el estiramiento relaja y flexibiliza la musculatura.

Ampliamos el movimiento de las articulaciones mejorando el trabajo de los cartílagos.

Mejoramos el tono muscular y reeducamos le sistema articular.

  • Reducir el dolor
  • Reducir la inflamación
  • Mejorar la movilidad de las articulaciones
  • Frenar el desgaste

LA ALIMENTACIÓN Y LA ARTROSIS

Las personas que sufren de artrosis deben hacer su dieta principal a base de frutas y verduras.

Aunque parezca extraño, las llamadas frutas ‘ácidas’ que incluyen al limón y al pomelo, tienen un efecto neutralizador de los ácidos corporales. Además, ayudan a la eliminación o dispersión de los minerales que han formado depósitos en el cartílago de las articulaciones. La mayoría de las frutas frescas, verduras y frutos secos, producen una reacción alcalina. Las espinacas por ejemplo aunque tienen un alto contenido en ácido oxálico, son ricas en hierro.

Frutas ‘ácidas’ de todos los tipos, frutos secos, incluyendo dátiles son siempre buenos. Vegetales como apio, berro, perejil, rabanitos, tomates, lechuga, col y zanahorias, preferiblemente crudos y en pequeñas cantidades.

Los guisantes, repollitos de Bruselas y brócoli cocidos, son buenos todos si se van tomando en forma rotativa.

 Para quienes padecen artrosis, es esencial una ensalada diaria de hojas verdes, Los que poseen una licuadora tienen a mano una valiosa herramienta para producir buenos alimentos alcalinizadores con casi todas las frutas y verduras, o una mezcla de frutas o de verduras.

Alimentos no sanos

La alimentación incorrecta es otro de los factores

La alimentación incorrecta es otro de los factores importantes en este proceso. Tanto el hueso como el cartílago y el resto de los elementos de la articulación se encuentran en contínuo proceso de nutrición y regeneració. Una mala alimentación con pocas frutas y verduras, y llena de productos refinados, especialmente en hidratos de carbono: (pan, azúcar, dulces) es uno de los factores, a mi juicio, más importante en este proceso. Con mucha frecuencia la persona reconoce que abusa del pan u otros alimentos hidrocarbonados (almidones y azúcares). Se sabe que el exceso de proteínas – carnes , pescados, huevos, derivados de la leche, aunque parezca paradójico este último grupo – favorece la pérdida de calcio por la orina, y ya sabemos que este mineral es fundamental para el buen mantenimiento de nuestro sistema óseo.

La gran cantidad de alimentos refinados y no adecuados producen un acumulo de sustancias acidificantes que desde el punto higienista se reconoce que actúan movilizando las sales de calcio que hay depositados en los huesos. Estas sales de calcio son utilizadas en la neutralización de ciertos productos ácidos y tóxicos originados con la alimentación incorrecta. El calcio es como un “tapón” que neutraliza los tóxicos.

 Por el contrario una alimentación rica en frutas y verduras, frutos secos, cereales integrales,… y otros alimentos sanos facilitan la regeneración de los huesos y articulaciones.

Alimentos que tienden a ser acidificantes.

Todas las carnes, pescados y quesos (salvo el requesón). Se deben reducir a un mínimo.

Bebidas alcohólicas, NO se deben consumir diariamente y nunca en grandes cantidades.

Alimentos fritos, no se deben comer nunca.

Te y café fuertes. Son acidificantes y probablemente aumentarán los síntomas de la artrosis.

Otras sustancias nocivas como la sal (salvo la sal marina con moderación).

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